Buscador

A V I S O

Debido a los problemas que existen en los diferentes blog, y ha algunos que yo he tenido, desde ahora solo subire las reseña de los libros que voy consiguiendo y traduciendo, si alguno quiere algun libro puede pedirlo a mi correo, la verdad es una lata que me los borren y luego volver a subirlos, espero que esta nueva forma de obtenerlos no les represente un problema.


domingo, 14 de noviembre de 2010

"LA SAGA DE DARREN SHAN"

10.- El Lago de las Almas
The Vampire Destiny Trilogy 
Darren Shan
 
La Muerte estaba en las cartas aquel día, pero ¿en las nuestras o en las de la pantera?
Las panteras negras en realidad son leopardos. ¡salvo en un zoo, nunca querrías estar tan cerca de una pantera!,No puedes escapar corriendo, porque son más rápidas que tú, ni tampoco trepando, porque también trepan mejor. Lo mejor es no cruzarse nunca en su camino, a menos que seas un cazador experto en caza mayor y hayas venido armado con un rifle.
Harkat y yo nunca habíamos cazado una pantera, y nuestras mejores armas eran unos cuantos cuchillos de piedra y un largo bastón de punta roma que servía de garrote. Aun así, allí estábamos, al borde de un foso que habíamos cavado el día anterior, contemplando al ciervo que habíamos atrapado y que estábamos usando como cebo, esperando a una pantera.
Oí ramitas quebrándose mientras la pantera se arrastraba hacia el ciervo. Luego se oyó un sonoro chasquido cuando un cuerpo pesado atravesó la cobertura del foso y aterrizó pesadamente sobre las estacas; Se oyó un aullido salvaje, al que siguió el silencio.
Harkat estaba unos cuantos pasos delante de mí, así que fue el primero en ver el interior del foso. Se detuvo, confundido. Un par de segundos después, vi por qué. Un cuerpo yacía empalado en las estacas, pero no era el cuerpo de la pantera: se trataba de un babuino rojo.
—No lo entiendo —dije—. Era el rugido de una pantera, no el de un mono.
—¿Pero cómo…? —Harkat se interrumpió y emitió un grito ahogado—. ¡La garganta del mono! ¡Está desgarrada! ¡La pantera debió…!
No logró seguir. Hubo un movimiento borroso en las ramas superiores del árbol más cercano a mí. Me giré, vislumbrando muy brevemente una cosa larga, gruesa y puramente negra volando por el aire con las garras extendidas y las mandíbulas abiertas… y acto seguido, la pantera estaba sobre mí, rugiendo triunfalmente.
La Muerte estaba en las cartas aquel día.


No hay comentarios:

Publicar un comentario